La noche estaba oscura y silenciosa, era como si nadie viviera en aquel lugar . De repente se escucha el ruido de un auto frenando, una gata sale espantada y se esconde entre los barriles de basura.
Los ruidos despiertan a los gatos que duermen en el basurero, pero no es cualquier lugar, es el basurero jelical. Los felinos deciden introducirse, comentar sus curiosidades y cantar entre ellos. Así, siguen su introducción hasta que, repentinamente son alertados por alguien que lanza una bota vieja. Los animales se percatan de la presencia de humanos mirándolos con sorpresa y deciden intimidarlos explicando que hace a un "gato jelico".
Pero luego deciden ir aún más lejos, tratando de explicar cómo han conseguidos sus nombres. Un gato jelico tiene tres nombres diferentes: el primero que es el nombre que la familia les coloca, el segundo es el nombre personal, único e individual, y el tercero es el nombre secreto que ningún gato puede revelar. Sin embargo, los seres humanos son inferiores y probablemente nunca entenderán el nombramiento de los gatos, así que deciden seguir adelante con sus planes.
Esta noche es especial para todos los gatos jelicos. Una vez al año estos se reúnen y celebran el baile jelico, en el que el viejo Deuteronomy determinara qué gato pasará a una nueva vida jellical.
Todos están emocionados y deciden presentarse a ver si podrán ser elegidos. La primera gata en contar su historia es Jenyanydots, la maternal. Cuando su familia descansa, ella enseña a los ratones a coser y organiza a las cucarachas, incluso les enseña una rutina de tap.
Pero no todos los gatos están deseosos por realizar el viaje, otros buscan llamar la atención a cualquier costo, como es el caso de Rum Tum Tugger, quien llega al ritmo del rock, asustando a los adultos y enamorando a las gaticas. Tugger quiere que todos sepan que es un gato mañoso, inconformista, pero que sobre todo es el gato más rebelde sin poderlo evitar.
De repente la música cesa, y entra Grizabella una gata vieja y mal arreglada. Los gatos más pequeños tratan de tocarla, pero son bruscamente apartados por los adultos. Es, ciertamente, no bienvenida, y Demeter cuenta su historia: la gata solía ser adorada por todo el basurero hasta que decidió irse, cuando regresó fue evitada por todos. Lentamente se va, cojeando y en silencio.
La llegada de Grizabella incomoda a los gatos y se crea una atmosfera de tensión pero uno de ellos decide intervenir en esta celebración, y no es otro que Bustopher Jones. Aunque él no es un miembro de este basurero, Bustopher se había enterado de que había una fiesta con buena comida, y todos los gatos están encantados con su manera de ser, pero su visita se ve interrumpida brevemente cuando se oye una alarma, todos están asustados, ¿es que acaso podría este ser el peligroso Macavity? Por su seguridad todos los gatos huyen para esconderse en un lugar seguro, pero dos de ellos deciden hacer lo contrario.
Esta pareja de felinos va cargando maletas y sus nombres son Mungojerrie y Rumpleteazer, ellos deciden relatar la vida que los hace felices. Siempre andan vagando, metiéndose en problemas y haciendo muchas maldades. No hay nada mejor para estos dos mininos.
Al saber que no hay peligro los gatos jelicos salen de su escondite de nuevo y perciben un olor peculiar que les augura la llegada del gato más sabio, el viejo Deuteronomy. Él ha recorrido un gran camino para seleccionar al que irá a una nueva vida. Todos los gatos quieren su atención.
Munkustrap comienza orgulloso a presentarlo a los demás, pero Tugger se le adelanta, y es él quien lo presenta. El basurero jelico está de nuevo de fiesta, pero antes de que puedan comenzar son asustados de nuevo por ruidos y relámpagos. Esta vez no es una falsa alarma, es el peligroso Macavity, quien está cerca y quiere acabar con la celebración. Los gatos se dispersan, pero Deuteronomy los calma y los invita a comenzar su ritual anual.
Todos continúan con su celebración, es la noche más esperada del año, ellos tienen cualidades únicas que los hacen mejor que los humanos; pero no todos los gatos están celebrando, Grizabella los espía a los lejos deseando ser parte de esa celebración, pero no puede, le tiene miedo al rechazo.
El viejo Deuteronomy quiere que todos los gatos entiendan su nuevo mensaje de felicidad, de descubrimiento, de aceptación y renovación. La celebración debe continuar, así que le pide al viejo Asparagus que cuente de sus días más felices como actor. Asparagus, mejor conocido como Gus cuenta su historia con tanta emoción que todos sueñan e imaginan aquellos momentos estelares que vivió. Pronto, el sueño termina y regresan de nuevo a la realidad.
La fiesta sigue, los gatos jelicos están ansiosos por saber quién será llevado a la otra vida, pero antes de poder descubrirlo los relámpagos vuelven a sonar, una risa malvada se escucha en todo el lugar, y el malvado Macavity se muestra, aterrorizando a todos los presentes y secuestrando a Deuteronomy.
Pero, ¿quién es Macavity? Solo dos gatas conocen al malvado gato,Demeter y Bombalurina, y deciden contarle a los humanos sus faltas contra ellas, su familia y de cómo siempre consigue lo que quiere; no hay nadie que pueda detener a Macavity.
Lo más inesperado ocurre en ese momento, el viejo Deuteronomy regresa al basurero, sin ninguna herida. Los gatos se acercan a él en busca de cariño, pero la verdad se revela ¡Es Macavity disfrazado! Enseguida se desata una pelea entre él y todos los gatos jelicos. Sorpresivamente el gato malvado se rinde y huye del basurero, dejándolos sin luz. Todos quieren volver a su celebración, pero hay un problema ¿Dónde está el viejo Deuteronomy?.
Rum Tum Tugger decide presentar al Sr. Mistoffelees, el gato que podría tener la solución al problema. Tugger habla de sus habilidades mágicas, mientras que el Sr. Mistoffelees devuelve la luz al basurero, iluminándolo con bombillos de muchos colores. Los gatos quedan sorprendidos con este truco. Haciendo gala de sus poderes, el Sr. Mistoffelees hace un magnífico truco y trae de vuelta al viejo Deuteronomy.
La noche está terminando y es hora de hacer la elección, Grizabella aparece una vez más esperando poder regresar con los gatos jelicos. Ellos le permiten quedarse pero le dan la espalda. Ella decide cantar sobre el dolor y el rechazo que ha sufrido, cuando piensa que ya no puede cantar más, uno de los gatos sale en su ayuda y da el primer paso hacia la aceptación.
Todo el basurero le da la bienvenida y deciden presentarla ante viejo Deuteronomy como la obvia opción para realizar el viaje a una nueva vida. Es el momento en el que Grizabella ascenderá hacia una nueva vida.
La celebración ha concluido, pero antes de que todo acabe Deuteronomy aprovecha para dirigirse a los humanos que han sido lo bastante afortunados como para presenciar una fiesta tan especial, quiere que todos sepan que los gatos deben ser tratados con respeto; pero lo más importante para recordar es que: ¡Un gato no es un perro! La noche ha concluido y es reemplazada por un nuevo día.
El Teatro Teresa Carreño parecía a punto de desarmarse debido a la cantidad de aplausos, gritos y silbidos. Cats, el musical, había concluido en su primera presentación en Latinoamérica, y el público venezolano no podía estar más eufórico.
Este musical fue compuesto por Andrew Lloyd Webber en 1981, basado en Old Possum's Book of Practical Cats de T. S. Eliot. Cuenta la historia de una tribu de felinos ingleses, los Jellicles, que se reunieron en un basurero para decidir cuál de ellos renacería. Cada gato audiciona con una canción o un número diferente, y ocurren algunas complicaciones menores antes de escoger a un gato. Cats estuvo 21 años en la cartelera de Broadway.
La obra fue traída por primera vez a Latinoamérica en noviembre del 2009. Haciendo su primera parada en el Teatro Teresa Carreño de Caracas en cinco funciones que se extendieron del miércoles 11 de noviembre al 15 del mismo mes. Fue presentada en inglés, pero contó con un sistema de pantallas que mostraron los subtítulos en español para que el público pudiera entender los cortos diálogos y las letras de las canciones.